Una de cada tres quiebras se debe a retrasos en el pago de las facturas
Fuente: Expansión Edición 7 de junio de 2011
Las estadísticas de los últimos meses revelan un fuerte aumento de los impagos empresariales y de los retrasos en el pago de las facturas vencidas. Los impagados pueden poner en peligro los beneficios de una empresa y si aumentan excesivamente puede provocar una situación de insolvencia que en el peor de los casos conduce al cierre del negocio.
La morosidad repercute en el tejido productivo, ya que genera problemas de solvencia que ponen en riesgo la viabilidad de la empresa y, además, hace que sea menos competitiva. Por eso, "el cobro puntual de todas las facturas es la clave de la rentabilidad de todo negocio", asegura Pere Brachfield, morosólogo y profesor de Credit Management . "La morosidad ocasiona onerosas cargas administrativas y financieras a las empresas, que les obligan a mantener de forma permanente importantes saldos de clientes en sus balances. Y esta 'sobre-inversión' de las empresas implica unos incrementos de las necesidades operativas de fondos que son generalmente sufragados con financiación bancaria a corto plazo", explica Brachfield. Consecuentemente, "los costes financieros de las empresas aumentan debido a los plazos de pago prolongados, la rentabilidad disminuye e incluso se pueden provocar pérdidas", añade. De hecho, "una de cada tres quiebras en España se debe al retraso en los pagos de las facturas", apunta Brachfield.